ROJO IMPAR
(...) Soy mi respiración entrecortada,
el placer de saberme aquí, yo, ahora,
un bulto únicamente, yo, aquí,
vacío, el calor que se derrama,
y todos los que he sido y no comprendo
desde hoy, la ridícula pasión
de lo lejano. Yo. No hay más. Acepto.
( Vicente gallego, "La luz, de otra manera", 1986 )
Si me pongo a escribir y no soy capaz de diferenciar un folio en blanco de mi cafetera estropeada, puede ser que no les esté hablando mas que de un lugar común demasiadas veces transitado; sin embargo, defiendo su utilidad, (seguramente no didáctica), de realidad mil veces repetida y acostumbrada hasta la saciedad a sí misma.
Si no soy capaz de serme útil, no es porque me sienta desvencijada y rota; quizá todo lo contrario, con cierta pose entera y resabiada, practicando fórmulas simétricas de cómo llegar a la “Razón” que se ocupe gratamente de atar cabos y sembrar límites. Son falsas premisas, lo sé, pero el placer de la seguridad errónea es el único testamento que dejará ésta “generación” que nos convoca a todos a caer en su trampa.
Si apuesto al rojo, impar, lo hago con la única finalidad de corregirme, de saber lanzarme a la pérdida incluso después de que el azar me susurre en voz muy baja que en esta ocasión es un numero par, negro, el que va a salir. Estoy dispuesta a dejarme caer de lleno en la equivocación más absoluta. A partir de allí, sabré esperar, paciente, el reencuentro con mi folio en blanco, mi fórmula y mi generación. Porque yo también me siento mi respiración entrecortada, el placer de saberme aquí, yo, ahora, un bulto únicamente, yo, aquí, vacía. Sé que no hay más. Lo acepto, y me basta.
2 comentarios
restituta -
Paz y amor para todos, y si falta la paz, que nos den doble ración de amoooor!!!
quint -