...O NO...
Si esperara lo suficiente podría darse el caso:
cuando se haya secado la tinta en las páginas
y no me quede más remedio
que estrangular a las últimas sílabas
sobre su lecho de muerte...
o cuando vea a mi sombra
lanzarse por la ventana
para comprar caramelos...
puede que entonces
derribe la puerta del circuito cerrado
mientras el reloj se despereza pidiendo el desayuno.
Podría ser que entonces
los héroes se avergüencen
de haber salvado vidas;
que las vidas se acomoden,
a la espera,
llenando las antesalas;
y que las antesalas se conviertan
en merenderos
o en niños...
o en tumbas.
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