LA BÚSQUEDA SUBTERRÁNEA
Te cubres la cara
con las palmas de las manos,
detrás de ellas
los pozos
sin aliento
que se hunden
como piedras de luz
reclaman tu presencia.
No puedo seguir tu rastro
porque no has dejado más
que cinco monedas
y un reloj
encima de la mesa,
ni una huella
ni una dirección.
Me pregunto
en cúal de esos pozos
habrás decidido arrojar tu cuerpo.
2 comentarios
restituta -
yo te la envio,guapa.
Beso!!!
Clara -
Clap-clap-clap
Mi poesía anda en paradero desconocido. Mientras trabajo en la tienda de ropa, y estudio en la biblioteca.
Te he escrito una carta muy gorda, pero necesito que me mandes tu dirección por mail. Te quiero.