Este hombre es sospechoso/ Es de Austin, Texas -dicen-
Este es el primero de tres conciertos más.
Hubiera sido mejor ir y por eso lo hice.
A estas alturas,
llevamos un pedo que muchos envidian:
pegajoso / elemental / transoceánico.
Nos ponemos pesadas, bailongas, a voces.
Nos devuelven miradas, compases, a voces.
Me doy cuenta,
alquien nos persigue con los ojos:
nos espía,
nos invade,
lo acogemos.
(-Es de Austin, Texas)
y seguimos pidiendo bebidas
con los brazos en alto,
absorviendo la energía de sudor eléctrico
que desprenden esos seres
que saben vivir al margen de la furia universal
y sus castigos.